El gran problema de la manipulación silenciosa por Elvira García

“Juventud divino tesoro”. Estoy segura que has escuchado esta frase cientos de veces, yo, sobre todo, a mi abuela cada vez que me veía correr, jugar sin cansarme o preocuparme por cosas tan baladíes que resultaba hasta gracioso verlo desde fuera. Pero hoy me va a permitir llevarle la contraria un poco… Sobre todo, a todas las personas que alguna vez hemos dicho esta frase al menos en lo relacionado con una cosa: el dinero.

¿Has parado a preguntarte alguna vez cuándo fue la primera vez que empezaste a tomar conciencia sobre el valor del dinero? Cuándo fue esa primera vez en la que te viste en la necesidad u obligación de entender qué implicaba una decisión a nivel económico para tu presente e incluso tu futuro.

Y no me refiero a pensar en segundo de bachillerato sobre qué estudios quieres realizar para optar a un empleo que te dé más o menos dinero, sino al simple hecho de estar en casa, con tu familia, y hablar de la importancia de dedicarle un rato de conversación a qué opinas del dinero y cómo lo ves.

Me resulta increíble que haya hogares donde este tema es algo tabú, ya sea entre padres e hijos, parejas, o cualesquiera relación afectiva haya entre los convivientes. Porque si tuviera que destacar un único punto sobre el libro “Los secretos de la mente millonaria” sería donde Harv Eker habla de la influencia de nuestro entorno a la hora de tomar decisiones económicas.

Recuerdo a mi padre y su continuo afán por el ahorro de una forma sensata aunque muy conservadora, mientras que mi madre da ese toque de buscar cosas nuevas aunque impliquen un cierto riesgo. Con ello entiendo muchas de mis decisiones económicas hoy por hoy, aunque tenga una cierta aversión al riesgo bastante menor a ellos, hay ciertos patrones que se han quedado marcados en mi comportamiento.

Por eso es tan importante hablar de Educación Financiera desde pequeños, inculcar el valor del dinero, el trabajo, el esfuerzo, y su gestión. ¿Esto significa que todos los niños tienen que acabar estudiando la carrera de Economía o Finanzas? Por supuesto que no. Pero, nos guste más o menos, en nuestro día a día utilizamos dinero, vivimos con él y, el problema de no entenderlo puede hacernos algo peor: vivir para él. Es lo que yo llamo “manipulación silenciosa”.

De hecho, veámoslo desde otra perspectiva: cada vez que nos preguntan cosas como – qué quieres ser de mayor, a qué quieres dedicarte, etc. – nos están hablando de dinero. No se trata de interpretarlo de forma radical, sino de entender que, independientemente de nuestros gustos, intenciones, ambiciones y oportunidades en la vida, lo cierto es que una parte de la contraprestación que recibimos por nuestro trabajo es económica (en mayor o menor medida con la parte social, humanitaria, reconfortante o puramente de necesidad que se vea implicada en él).

Pero claro, “queda feo” preguntarle a un niño cuánto dinero quiere ganar de mayor. Porque “está mal visto” hablar de dinero y sus implicaciones. El problema es que ese niño crece y necesita administrar sus gastos mensuales, sus caprichos, compaginar su jornada laboral con familia y amigos,… ¿Qué crees que hará si siempre ha visto en casa un comportamiento contrario o enemigo del dinero? Cosas como pedirle dinero prestado a la vecina y no devolverlo, problemas financieros por no ahorrar, etc. El cambio realmente pasa por entender que es esto último lo que verdaderamente “queda feo”.

Ni todo el mundo tiene las mismas oportunidades ni se puede pretender que así sea, no eliges donde naces, pero sí cómo mejoras o empeoras esa situación que te viene dada. Por eso hablar de temas económicos como hago en la Newsletter de Economía Para Adultos (Bolsa, inversiones, especulación, ahorro, pensiones, Economía del comportamiento,…) es tan importante, todo lo que sirva para afrontar nuestro presente y futuro de la forma más informada posible.

¿Te imaginas conduciendo un coche sin carnet? Algo así ocurre cuando no se tiene Educación Financiera: porque el problema no solo lo tienes tú, sino que repercute en el entorno social en el que vives. No solo puedes tener un susto con el coche, puedes ocasionárselo a un viandante si no conoces las normas generales de tráfico… Imagínate con los préstamos, los tipos de interés, las deudas,…

La economía de un país está formada por todos los individuos que habitan en ella, cuidado con no preocuparse por “el mañana”, porque muchas veces está más cerca de lo que pensamos. ¿Por qué han existido y existen problemas como el de las pensiones? ¿Y el de las subprime?

Entenderlo desde pequeños puede ahorrar muchos sustos, que si tratamos a los niños de mayores para lo que interesa (redes sociales, vídeos, programas televisivos,…) igual deberíamos también tratarlos como “mayores” para hablar de temas realmente importantes. Porque lejos de hablar dónde radica la felicidad u objetivo de cada persona, lo cierto es que, como dijo Arquímedes, con una palanca y un punto de apoyo podemos mover el mundo, y la Educación Financiera es esa palanca que todos necesitamos en nuestra vida (y como diría también mi abuela: nunca es tarde para empezar).

Cuidado con este tipo de manipulación silenciosa, que puede provocar mucho ruido.

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